"Es bueno cambiar de idea, es más, la reflexión hace
cambiar de idea. Uno es fiel al pensamiento, no a sus contenidos. El que no
tiene fidelidad al pensamiento, tiene fidelidad a los dogmas".
Fernando Savater
La concepción y la definición de idea fue cambiando a través del tiempo.
Hoy pensamos en la representación mental de algo, ya sea material o inmaterial,
real o imaginario, concreto o abstracto.
Se trata de un término procedente del griego "eidos"
(etimológicamente, figura, forma o aspecto visible), que Platón utilizó para
referirse a la realidad inteligible y al que podemos atribuir distintos
significados. Platón considera que la Idea es el objeto de una intuición
intelectual y que representa la esencia inmutable y eterna de la realidad (es
ajena al cambio, por lo tanto), y que tiene existencia independiente de la realidad
sensible (o sea, que es subsistente). La Idea adquiere así una dimensión
ontológica (es un objeto real que existe independientemente de la realidad
sensible y del pensamiento), dimensión que continuará poseyendo en el
neoplatonismo y en la filosofía cristiana inspirada en él (pero concibiendo,
esta última, las Ideas como contenidos del intelecto divino).
En la modernidad, con Descartes, el término pierde su
contenido ontológico y pasa a significar cualquier contenido mental o del
pensamiento; como contenido mental lo utilizan también los empiristas,
explicando, en cada caso, a qué tipo de contenido se refieren.
Recientemente se asocia como sinónimo de
concepto, pero también es frecuente su uso como sinónimo de
"pensamiento" (en el sentido en el que hablamos, por ejemplo, de las
"ideas" de tal o cual filósofo, o de tal o cual época histórica).varias
representaciones mentales, la experiencia en distintos casos, entre otras acepciones.
A esta altura de nuestro razonamiento nos podemos plantear ¿qué es un problema?.
Es simple, un problema es un asunto que nos preocupa o despierta nuestro particular interés, que generalmente hace que la gente tenga diferentes opiniones y discuta, mediante la argumentación para encontrar una solución.
Muchas veces un problema tiene un foco específico: político, social, económico o ambiental, por nombrar algunos. Por eso definir el contexto general y específico de un problema es fundamental para poder abordarlo y plantear, paso a paso, sus soluciones posibles. A esos dos contextos, con el problema dentro, lo llamamos campo problemático.
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